De Maluma hacia el machismo, de nosotras hacia el feminismo

En octubre de este año el reggaetonero Maluma lanzó el vídeo del tema “Cuatro babys” en Youtube. Una lírica explicita con imágenes que cosifican a la mujer fue el pistoletazo de salida para la polémica: un artículo de opinión en The Huffington Post, tildando al cantante colombiano de misógino y machista, aunado a la creación de una campaña en Change.org para eliminar el vídeo de la red social, debido a que sus imágenes “hacen apología de la violencia directa hacia las mujeres”, desataron miles de comentarios en las redes sociales.

Mi primera impresión cuando vi la campaña de Change.org sobre la vejación a la mujer en el nuevo videoclip de Maluma fue: “ah, habrá que verlo, como si fuera la primera vez que eso pasa en un vídeo sea el cantante del género que sea”.

El caso Maluma ha elevado el número de opiniones en redes sociales, desde los machistas, pasando por mujeres feministas y los hombres que intentan explicar el caso, hasta mujeres que terminaron cayendo en eso mismo que hace el machismo: descalificar a través de insultos, improperios y sarcasmos.

Reggaetón cosificador vs. las feministas: ¿llueve sobre mojado?

Al parecer ciertas líneas del feminismo actual lo único que hacen es indicar con el dedo, creando soluciones retóricas, reduciendo nuestra sexualidad. Pedir eliminar el video de un autor en Change.org es un acto que no soluciona el problema de cosificación de la mujer. Más allá de la terrible letra del vídeo, es que quienes se escandalizan con ella piensan que las mujeres siempre somos víctimas de los deseos del hombre y que nosotras no deseamos sexualmente de la misma forma que ellos lo hacen. También vale recordar a la reggaetonera Ivy Queen quien años atrás advertía que no porque un hombre se excite significa que la mujer acceda: “Yo quiero bailar, tú quieres sudar y pegarte a mí, el cuerpo rozar. Yo te digo ‘sí, tú me puedes provocar’, eso no quiere decir que pa’ la cama voy”.

En la mayoría de las letras y videos de reggaetón la mujer es terriblemente cosificada y, al mismo y en algunos casos minoritarios, es empoderada como femme fatale que lleva el control. Shakira en su canción con Maluma, “Chantaje”, o inclusive en su canción con Alejandro Sanz, “La tortura”, es un ejemplo claro de poder y control femenino, episodios que llevados a la vida real, en algunos países de Latinoamérica terminan convirtiéndose en símbolos del matriarcado.

El reggaetón siempre es juzgado porque trae a la luz pública temas que pueden pasar en un acto sexual consensuado y, eso siempre, podrá juzgarse y escandalizar, aunado a la cantidad de estereotipos que abundan en él. A propósito de este punto, rescato una entrevista a la periodista June Fernández en el diario El Español: “todo lo que tiene que ver con el sexo escandaliza más porque lo cierto es que machismo hay en muchísimos géneros musicales. Nos llevamos las manos a la cabeza cuando Daddy Yankee dice “a ella le gusta la gasolina”, pero no cuando Melendi canta “y pido al cielo que sepa comprender estos ataques de celos que me entran si yo no te vuelvo a ver”. El problema, entonces, es de sexofobia. La vulgaridad de ofrecer el trasero, el sonrojo de pedir fuera de la cama y con una exclamación que nos toquen y nos froten”, afirma Fernández.

Quizás la alarma feminista con Maluma se basó en el prejuicio hacia el reggaetón y la misoginia en sus letras y no hizo foco en que, realmente, se asustaron por un contenido líricamente pornográfico.

Somos feministas y el reggaetón nos cosifica. ¿Y ahora qué?

Entiendo que el vídeo “Cuatro babys” de Maluma no es el reflejo de lo que las mujeres somos en la cotidianidad, que es una reducción del espacio íntimo y posiblemente de la fantasía masculina, que es una letra que puede alarmar y que tiende a la misoginia si así se desea ver. Sin embargo,  la solución ideal, si se desea seguir con el caso Maluma, y al igual que como ocurre con el cine,  el porno o con los comics de violencia es proponer un disclaimer que advierta del tipo de contenido que se está emitiendo. Porque si así lo vemos, eliminándolo caeremos en un lugar común: la luz del sol no se puede tapar con un dedo.

Más bien, ¿por qué no damos visibilidad a esas reggaetoneras que le hacen frente a los reggaetoneros cosificadores? ¿Dónde están las role models del reggaetón? Las Ivy Queen, Glory, las Chocolate Remix, las K-narias, la Sista, la Torta Golosa, entre otras más que pueden ponerte a perrear al igual que otro reggaetón machista pero esta vez sin cosificación. Hagamos una petición en Change.org para más reggaetón hecho por mujeres, más visibilidad en VEVO, más colaboraciones de Maluma, Daddy Yankee, Don Omar, Etc., con mujeres reggaetoneras. ¿Podemos generar puentes entre hombres y mujeres para un reggaetón menos cosificador y más edificador? y como diría Glory junto a Hector, Tito, Don Omar: “perreo pa los nenes, perreo pa las nenas”.

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