Si algo nos enseñó Breaking Bad fue que sentirse cómodo en tu propia piel puede derivar en una falta de moral. Ser más sincero con lo que uno es y quiere ser, muchas veces puede calificarse como ‘lo peor de la sociedad’.
Cuando Walter White se convierte en Heisenberg no es por dinero, hacerse millonario o querer ser un poderoso capo de la meta, se convierte en lo que es porque era la forma menos mediocre de ser un químico y de crear desde lo que le apasionaba. El antihéroe había nacido en la televisión desde Los sopranos y con Walter White, en Breaking Bad, se afianzaba.
En el spin off de la serie, Better Call Saul, el abogado Jimmy McGuill hace el camino del antihéroe, léase a la inversa. Se dirige hacia la inmoralidad, pero sobre todo, hacia la falta de ética. Su resentimiento y esas ganas de mentir para lucrarse y obtener un beneficio económico lo llevan a ser el personaje que conocimos en Breaking Bad. Sin embargo, en Better Call Saul vemos cómo un hombre se convierte en un resentido por cómo es tratado por la sociedad y, en especial, por sus seres más cercanos.
Jimmy es denigrado pero intenta seguir sus deseos, puede convertirse en un abogado tan importante como lo es su hermano pero en aguas turbias, el fin justifica los medios. Al principio, vemos a un Jimmy más ingenuo, donde las burlas hacía él son constantes por su forma de hacer las cosas, de defender a la gente, de defender cierto tipo de casos que no son, al parecer, tan importantes, tan famosos o tan de élite de un bufete como el de su hermano, Hamlin, Hamlin & McGill. Sin embargo, una compañera con la que de vez en cuando fuma un cigarrillo en el parking del bufete de su hermano, ve la complejidad de Jimmy en la inocencia y las ansias por ser un buen abogado.
Kim Wexler es la antítesis del personaje femenino de Breaking Bad, Skyler White. Todos nos hemos enamorado de Kim Wexler en Better Call Saul porque ve en Jimmy algo que los demás no ven, porque es la abogada correcta a pesar de que los deseos inadecuados que la intentan sacar del “buen” camino porque, muchas veces, solo quiere sentir adrenalina. Kim no es aburrida, es dura, es tough como dicen los gringos y es muy compleja, pero sobre todo, ella entiende los primeros métodos de Jimmy, porque en ese ver, ella ama lo que es él, un tipo inadecuado para la norma de los abogados a los que ella representa.
Posiblemente el capítulo más interesante de Better Call Saul es el ‘JMM’ es el séptimo episodio de la quinta temporada, cuando Jimmy y Kim deciden casarse. El amor entre ambos es de una pareja que se apoya, pero que sobre todo, no se miente, o es lo que Jimmy le ha prometido a Kim. Por lo que ante un encuentro íntimo entre ambos, él decide contarle a ella quién es su próximo cliente: Jorge de Guzmán alias de Lalo Salamanca, un capo de la droga en Nuevo México. Es en ese episodio donde no hay vuelta atrás, en esa unión de amor y corrupción Jimmy se convierte en Saul Goodman, es nombre con un apellido supuestamente bueno, una artimaña publicitaria que se va distanciando del camino correcto y de la ética judicial, porque como él mismo sabe que todo es un gran show –it’s showtime– a pesar de que las consecuencias de ese teatro puedan llevarlo a él y Kim por el camino peligroso.
Sin hacer spoilers, en el cambio de camino de Saul Goodman, Kim se entera y destapa, quizás, la parte más importante de la serie y que se ha podido ver en la última temporada: ella también le gusta salirse del camino ético, le gusta el peligro, le gusta jugar como si ambos fueran niños en vez de estafadores confesos y, lo que le atrae tanto ella como él, es que saben que pueden hacer con todo lo que saben hacer porque son muy buenos en lo que hacen. La inteligencia de una pareja tóxica para romper reglas y salirse con la suya.
En ese camino también hay mucho miedo, no hay que olvidar que hay todo el universo Breaking Bad – Better Call Saul se basa en un profesor de química que comenzó a producir metanfetaminas en un laboratorio improvisado, por lo que la pareja, Goodman – Wexler debe intentar sobreponerse a ello e, intentar, cervantinamente, no pagar justo por pecadores, tanto para los narcos, como para la policía. Cuando Saul está en el desierto, luego de un intento fallido por buscar 7 millones de dólares para pagar la fianza de Lalo Salamanca, ves que la motivación para seguir con vida en el clima brutal de la sequía del desierto de Albuquerque no es él mismo, es poder encontrar cobertura para que su teléfono móvil de principios de 2000 funcione y llamar a Kim. La relación entre ambos es amor y, a su vez, la misma droga que Saul terminará lavando en Breaking Bad.
La última temporada muestra la degradación de Saul y cómo un evento desafortunado hace que Kim entienda que lo que ha construido con él la ha sacado del camino para ser una buena abogada con ética profesional. Todo se rompe. Sin embargo, el capítulo final de la serie se guía por una premisa creada a través de la novela La máquina del tiempo de H.G. Wells: ¿qué podrías cambiar de tu vida si tuvieras una máquina del tiempo? Todos los personajes desde Jimmy a Max pasando por el propio Walter White, quien vuelve aparecer en Better Call Saul, se preguntan de qué se arrepienten y qué cambiarían. Todas esas posibilidades están en el pasado, pero Saul Goodman tiene la posibilidad en el presente, sin necesidad de una maquina del tiempo. Es a través de su sacrificio legal en un juicio que revive el amor que siente por Kim. Es en ese espacio entre show y destrezas legales tan propio de él, que podrá de salvarla y lavar su reputación y, a su vez, salvarse él. En ese juicio se expone y acepta su sombra y sus vicios, pero recupera el alma perdida y vuelve a ser Jimmy. (Una escena por la cual el actor Bob Odenkirk, por fin, pueda llevarse el Emmy a mejor actor)
Si Walter White dejó la ética por el deseo personal, Jimmy McGuill vuelve a ser ese personaje vivaz y correcto al dejar al personaje de Saul atrás. El amor, la honestidad y la ética vencen en Better Call Saul pero sin literalidades ni finales felices, sino en las complejidades de los actos humanos, donde las consecuencias son aceptadas con el dolor que conllevan.
El universo Breaking Bad cierra una era en la televisión y pone fin a un personaje que ha dejando atrás los valores del antihéroe creados por Walter White y termina con una pareja que ha transitado el camino del héroe, fumando un cigarrillo juntos como en los viejos tiempos, porque Kim nunca dejará de ser una gran abogada, ni Jimmy nunca dejará de ser Saul.
